1984

George Orwell

Reseña: Mtra. Esther Quiñones Luna

Leer este libro te permite imaginar un lenguaje oculto, una forma de comunicación y también el control que puede tener el Estado y sobre todo los partidos políticos que sustentan el poder, entiendes el control que se podría ejercer sobre la gente, sobre lo que piensan, su comportamiento y la forma de dirigirse con los demás siempre tiende a alinearse a los ideales y principios de los que gobiernan.

En la actualidad ese control se hacen de manera sutil, pactada y con la ayuda de los medios de comunicación, que determina que es cierto y que es mentira y de esta forma pueden convertir verdades en mentiras y mentiras en verdades.

La historia que George Orwell nos cuenta en este libro inicia con la descripción de un personaje al que nombra Winston, un hombre de 39 años, que trabaja en el Ministerio de la verdad, que en parlanueva, el idioma oficial del partido, se identificaba como “Miniver”. En su trayecto hacia el trabajo hace alusión a como eres vigilado por el gran hermano, insignia que se presenta en diferentes espacios, así como las frases:

La guerra es paz

La libertad es esclavitud

La ignorancia es fuerza

En el libro se relata la relación de Winston y Julia, quienes sustentaban charlas en contra del partido y que dado la vigilancia y control, esto era un delito, una falta muy grave a los principios. Winston describe como quedaba fascinado por las criticas que Julia realizaba al partido, el describe que era como si no tuviera miedo a los que los vigilaban en todo momento.

Esto cambia cuando son descubiertos por el partido y capturados por la policía, en ese momento, son llevados a un lugar y torturados, por conspirar. En la Historia se señala como Winston accede a que la tortura sea mayor para Julia, traduciéndose como una traición y falta de conciencia sobre aquella admiración que él había descrito a lo largo del relato.

Un breve fragmento que es clave dentro del libro y que se aleja de toda ciencia y se convierte en algo meramente de sometimiento ideológico, es aceptar sin criticar lo que te dicen, dos más dos son siete y no poder desmentir lo que la ciencia te ha dicho siempre, si no aceptar y asentir, sin dudar, aceptarlo como una verdad absoluta. Esto quizá es poco visto en la realidad, pero es un buen mecanismo de interpretar lo que pasa con las ideologías y con ese otro pensamiento social más complejo.

El libro, no deja de mostrar ese lado complejo de la sociedad y sobre lo que arriesgan y a lo que se exponen las organizaciones sociales que se ponen en contra del poder. Deja entrever que las decisiones que tomas y el destino que te espera, están determinados por los que se encuentran en el poder.

A veces la ficción de lo que lees podría estar cerca de lo que se vive, no obstante, no todo lo escrito debe ser una verdad absoluta y se debe tener un criterio para distinguir lo deliberadamente influenciado, de lo que realmente se encuentra en tu control. Desde mi punto de vista, cuando terminas de leer el libro, te deja una sensación de que todos somos unos roedores de laboratorio, con los cuales experimentan para mirar las reacciones y para definir su rumbo con cada acción.

Este libro es ampliamente recomendado y es mucho mejor leerlo y después ir descubriendo e imaginando como algunos hechos de esta historia de George Orwell, no está tan alejada de la realidad social actual y sobre todo dentro de los partidos políticos, particularmente en las formas de comunicarse y las acciones accidentales o sin pensarse que realizas en un determinado momento.

Algunas frases del libro que te pueden convencerte de leerlo:

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Nadie sabía lo que pasaba dentro del ministerio del amor, pero era posible adivinarlo: torturas, drogas, instrumentos que registraban tus reacciones nerviosas, el gradual desgaste por la falta de sueño, la soledad, los interrogatorios interminables. En todo caso, te lo podían extraer mediante tortura. Pero si el objetivo no era permanecer con vida sino mantener la propia humanidad ¿Qué podían importar, en última instancia, todo aquello? No podían alterar tus sentimientos; de hecho, ni siquiera uno mismo podía alterarlos por más que quisiera. Por mucho que ellos desvelasen hasta el último detalle de lo que uno había hecho dicho o pensado, el núcleo más íntimo del corazón, cuyos mecanismos eran misteriosos hasta para uno mismo, seguiría siendo inexpugnable [Que no se puede tomar o conquistar por las armas].

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La ignorancia es fuerza

Desde que existe documentación histórica, y probablemente ya desde el final de la era neolítica, ha habido en el mundo 3 clases de personas: los de arriba, los de en medio y los de abajo. Se las ha subdividido de muchas maneras, han tenido incontables nombres diferentes y tanto su número relativo como las actitudes de unas hacia otras han variado de un periodo a otro, pero la estructura esencial de la sociedad no se ha alterado jamás. Incluso después de enormes convulsiones y de cambios aparentemente irrevocables, el mismo patrón se ha reafirmado una y otra vez, del mismo modo que un giroscopio retorna siempre al equilibrio por mucho que se lo empuje en una dirección u otra. Los objetivos de estos 3 grupos son totalmente irreconocibles.

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En el lenguaje de la parlanueva podrían convertirse en su opuesto añadiendo el prefijo in o im, o bien, podría reforzarse mediante el prefijo plus, o para mayor enfatizar aún, doble plus. Así, por ejemplo, infrío, significaba cálido, y plusfrío o dobleplus frío significado respectivamente muy frío y extremadamente frío. También era posible, al igual que el inglés actual modificar los significados de casi cualquier palabra mediante prefijos, preposiciones, como ante o post, o bien prefijos, como bajo o alto.

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Por ejemplo, la palabra bueno, no había necesidad de una palabra como malo, puesto que el significado requerido se expresaba igual de bien o en realidad mejor, por medio del in bueno. Oscuridad, por ejemplo, podría reemplazarse por el inluz, o luz por inoscuridad según se prefiera.

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